CATAPALLA, 29 de junio del 2007
"de noche, se escuchan gritos... y luces... como de fiesta... como si alguien te llama..."
La primera expedición de este proyecto tuvo como destino al anexo de Catapalla, en el valle de Lunahuana, conocido por ser un lugar de aventuras y riesgo... y eso fuimos a buscar, solo que en este caso, el riesgo no lo encontrariamos en inclinadas pendientes o remolinos de agua: el riesgo seria nuestro propio miedo.
Catapalla no es solo conocida por su prehispánico puente colgante o sus bucólicos paisajes, es conocida tambien, por su casa encantada. La Casa Encantada de Catapalla.
Se tejen (y seguirán tejiendo) muchas historias sobre La Casa Encantada. Unos hablan de un italiano que en los 50s quedo prendado con el pueblo y una señorita del lugar, por lo que mando construir esta casa, en donde vivir con su nueva esposa. Despues de un tiempo, y debido a los sucesos fuera de lo normal que ocurrían allí, decidió irse, dejando la casa a los familiares de su esposa, quienes al poco tiempo también la abandonaron, al serles insoportable "convivir" con la presencia del "maligno". Desde ese momento, la casa quedo abandonada... abandonada para los que uno puede ver, pero ocupada por los que uno no quiere ver...
Llegamos a instalar las carpas junto a la Casa Encantada, ayudados por un inmejorable clima y una vista privilegiada del valle de Lunahuana. Mientras, observábamos como la casa iba siendo invadida por grupo turísticos, que aprovechaban para retratarse y escribir en las paredes, sentidas frases de amor eterno. Nuestro objetivo, era totalmente distinto. Nosotros fuimos no a una diversión en el mundo mágico de Disney... fuimos a corroborar la fama de la Casa Encantada de Catapalla.
La tarde iba reposando detrás de los cerros que teníamos al frente, mientras la noche aparecía lista a abrazarnos, tras otros cerros que apaciblemente guardaban nuestras espaldas... el celeste momento Kodak, pasaba a transformarse en un lúgubre azul... la niebla bajaba lentamente desde los cerros, ayudada por la brillante luz de la luna llena (que suerte la nuestra... luna llena y búsqueda de fantasmas), cubriendo nuestras carpas y evitando nuestra fogata rinda lo mínimo esperado...
Entre salchichas mal cocinadas, un guitarrista bastante desafinado, y movimientos propios de cualquier campamento, la quietud de La Casa Encantada y su obscuridad, permitía que el miedo y ansiedad empiecen a filtrarse silenciosamente, a traves de nuestros abrigos... El momento de entrar a la casa se acercaba... los latidos eran una señal de su proximidad. Una carpa, rodeada por un circulo de sal, dentro de tres velas, indica que a esta expedición han venido incrédulos como apasionados... El ambiente es propicio.
Se formo el primer grupo. Dos cámaras de videos, una cámara de fotos, dos linternas y un avezado. Seis que forman un circulo, se dan palabras de aliento, alguno apreta fuerte una imagen cristiana, alguno lleva consigo elementos populares de protección (seguramente, el del circulo de sal), otros, solo llevan el frío que se cuela entre sus piernas y les masajea duramente. Llego el momento culmine de esta primera expedición.
Un pequeño puente por el que cruza una acequia, es el primer gran paso. Los nervios naturales y las imágenes mas oscuras que cruzan por las cabezas, crean un poco de desorden al entrar, que es rapidamente controlado. Queda en el fondo, el único sonido del agua, golpeando las piedras del río.
La Casa Encantada tiene 2 pisos, una especie de sótano, y al final, una escalera que al subirla, lleva a un extraño cuarto ocupado en su totalidad por lodo.
Los pasos que uno da, son sumamente elaborados. Uno no sabe si en la siguiente habitación, totalmente oscura, podría encontrarse con gallos revoloteando (como varios pobladores del lugar aseguran haber visto fuera de la casa), o peor aun, con la tétrica imagen de alguna de esas películas que nos hacian cubrir totalmente con nuestras sabanas, como si así, nada pudiese hacernos daño.
Suena a cliché, pero les aseguro que la respiración y latidos de todos los presentes podían escucharse como eco entre las derruidas paredes, inclusive, me atrevo a decir que alguno de esos sonidos no venían exclusivamente de nuestros cuerpos.
Mientras mas tiempo nos manteníamos en la casa, aumentaba en todos esta sensación de presión en las sienes... como si la sangre estuviese alborotada... como un irregular canto que nos pusiese alerta de lo que vendría a pasar... sin aviso... la escalera a la habitación mas oscura de la casa se mantenía inerte ante nuestros apretados cuerpos que estremecedoramente intentaban darse valor.
El marco de la puerta solo permitía el ingreso de a uno. Como suele llamarsele, el que es carne de cañon lleva la peor parte. Su linterna, extrañamente, había perdido potencia. Una leve aura de luz permitía solo mostrar los pasos a dar, función que cambio estrepitosamente al escuchar ruidos que no habiamos escuchado en toda la casa, para iluminar las cuatro esquinas que eran casi imperceptibles con los ojos cerrados y el ruido atosigante de los latidos, cada vez mas amplificados.
Una palabras que en ese momento para todos fueron inteligibles (el ruido interno era intolerable), un movimiento brusco del leve as de luz que termino dirigiéndose hacia quienes venían atrás y una sensación cercana al desdoblamiento (o que el alma de uno quiera huir despavorida), fue lo que dio inicio a una acelerada salida en la que los ojos de cada uno formaron a ser parte de una cámara llena de movimientos bruscos, con una banda sonora compuesta de gritos, frases irracionales y risas nerviosas, que termino al otro lado del pequeño puente, el del primer gran paso.
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- Que paso... que viste?!!
- No se que vi...(un silencio agitado) no se que era... sombras...
Si alguno de Uds., tienen información de sucesos paranormales que ocurran en Lima o Provincias, les pedimos nos lo hagan llegar para utilizarlos en siguientes proyectos. Gracias.
Posted by: edgarin b. / ren.
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